El pintoresco pueblo pesquero de Bayahibe se encuentra enmarcado entre hermosas playas llenas de cocoteros e innumerables manantiales. Este hermoso lugar es frecuentado por miles de visitantes que acuden a observar todos sus atractivos, especialmente sus hermosas puestas de sol. Aquí, el cielo se "viste" durante todo el año de diversas tonalidades que van desde el rosa, azul, naranja y rojo, uniéndose en el horizonte con las siluetas de los barcos pesqueros y catamaranes formando un espectáculo sensorial impresionante.
Bayahibe cuenta con múltiples playas en su litoral, entre ellas la playa Dominicus, certificada como Bandera Azul, y varias playas más vírgenes de color blanco diamante en las islas Catalina y Saona. La ciudad de Bayahibe conserva su sabor dominicano, desde sus restaurantes y bares locales hasta sus puestos callejeros de artesanía y los pescadores que traen pescado cada día. Aparte de su vida costera, las calles de Bayahibe están llenas de historia y arquitectura, con casas de madera de colores pastel, iglesias emblemáticas y misteriosas cuevas y manantiales taínos dentro del Parque Nacional de Cotubanamá.
La zona de Punta Cana ocupa la costa este de República Dominicana, en esta costa se ubican algunas de las mejores playas del mundo, como El Cortecito, Playa Bávaro o Playa Juanillo. Las temperaturas son muy estables, y por tanto el turismo no es estacional, Punta Cana recibe visitantes durante los 12 meses del año. Punta Cana ofrece una amplia cobertura de infraestructuras, que permiten disponer de todos los servicios necesarios para residir en esta ciudad, incluyendo hospitales con servicios médicos de referencia, aeropuerto internacional y una amplia oferta cultural y de ocio. Entre las actividades que puedes descubrir en Punta Cana, cabe destacar el deporte de aventura (submarinismo, senderismo, surf, tirolinas, etc.), la visita a espacios históricos, museos, la gastronomía propia de esta zona y la posibilidad de visitar algunas de las mejores playas del mundo.
Miches rodeada de paisajes vírgenes, y con una comunidad en la que muchas familias siguen viviendo de la pesca artesanal. Es habitual ver a los pescadores regresar temprano con sus redes mientras el pueblo empieza su actividad diaria. Esa conexión con el entorno forma parte de la identidad de la zona. Pasear por sus calles es descubrir pequeños mercados con fruta recién cortada, comedores sencillos junto al mar y una vida cotidiana tranquila, con comercios pequeños, vecinos que se conocen y una forma de vivir sencilla. Además, la zona cuenta con talleres de artesanía donde se elaboran productos con ámbar, madera o fibras naturales. Algunos forman parte de cooperativas gestionadas por mujeres que preservan técnicas tradicionales y las comparten con quienes quieren conocer algo más que la playa. Miches no necesita grandes espectáculos para dejar huella. Su atractivo está en lo cotidiano: en los oficios que aún se conservan, en las conversaciones con los vecinos o en las escenas que muestran cómo era y sigue siendo la vida en muchos rincones del Caribe.
Las Terrenas, ubicada en la península de Samaná, República Dominicana, es conocida por sus hermosas playas de arena dorada y aguas cristalinas. Entre las más destacadas se encuentran Playa Bonita, Playa Cosón, Playa Las Ballenas y Playa Punta Popy, cada una con características únicas. Ofrecen opciones para todos los gustos, desde playas tranquilas ideales para el relax hasta playas con más actividad, perfectas para deportes acuáticos.
Las Terrenas era un pueblo de pescadores que poco a poco se convirtió en una comunidad de expatriados. Hoy es una ciudad cosmopolita, con restaurantes y hoteles que pertenecen a extranjeros y forman parte de la arquitectura clásica dominicana. La atracción principal de Las Terrenas, un pueblo ubicado en la pintoresca costa de la península de Samaná, es la belleza natural de sus hermosas playas y la exuberante vegetación que las rodea.
En Las Terrenas podrás explorar la península y sus alrededores, como las selvas tropicales del montañoso parque nacional Los Haitises, el paraje con mayor diversidad de la República Dominicana. Esta selva virgen protegida cubre 1.600 kilómetros cuadrados y alberga desde cavernas cubiertas de pictogramas de indígenas estadounidenses hasta una rica avifauna, como halcones, garzas y pelícanos.
La Bahía de las Águilas es uno de los tesoros naturales más impresionantes de la República Dominicana, conocida por su espectacular belleza y su gran importancia ecológica. Ubicada en el Parque Nacional Jaragua en la provincia de Pedernales, se extiende por cerca de 8 kilómetros de costa y es una de las últimas playas vírgenes en el Caribe.
Una de las características más notables de la Bahía de las Águilas es la asombrosa claridad del agua, un cristalino azul turquesa que ofrece condiciones ideales para el snorkeling y la observación de la vida marina. La playa está bordeada por acantilados bajos de roca caliza y su arena es fina y blanca, lo que contribuye a su atractivo.
Lo que realmente distingue a la Bahía de las Águilas es su entorno natural prístino. El área alrededor de la playa es un parque nacional protegido, lo que significa que está libre de desarrollo comercial y residencial. Esta protección también permite la conservación de la biodiversidad local, incluyendo numerosas especies de aves y tortugas marinas que anidan en la playa. Además, los manglares y los arrecifes de coral en las proximidades de la bahía albergan una rica variedad de vida marina.